sábado, 21 de julio de 2007

La tarde, las acacias, los recuerdos...

los aires del fogón, abierta la espesura de la duda,

la meseta exhalando olores a romero,

la casa abierta, la puerta resultando

una larga transición hacia el olvido.

Todo dispuesto en el juego de los astros,

Para la vida infinita, aire en plenitud,

De sensaciones vanas, de platas amarillas

Que arropan el crepúsculo de un gran horizonte.

La tarde de avenidas, sin fin, hacia lo oculto,

Que llevan a la noche

De sombras cambiantes y cambiantes guiños,

De luces de neón, de incendios agitados…

Noche con balcones de luces encendidas,

Sin fin, del alma, oscura y fría.

martes, 17 de julio de 2007








MORIR SOÑANDO

Último poema de Unamuno, muerto el 31-XII-1936

Au fait, se disait-il a lui-même, il parait que
mon destin est de mourir en rêvant.
(Stendhal, Le Rouge et le Noir, LXX,
«La tranquillité»)


Morir soñando, sí, mas si se sueña
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.

Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:

¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?

Miguel de Unamuno
28 -día de Inocentes- de diciembre, 1936.

martes, 3 de julio de 2007

lunes, 2 de julio de 2007

Traigo aquí unos versos del Libro de Poesía:

Este destino

de la poeta salmantina Verónica Amat, y lo hago porque en este mundo se necesita el aire fresco de la palabra pura. Este libro significa la pureza del lenguaje. El valor de la palabra. Viene a ser una reflexión que - como dice su prologuista, D. Andrés Quintanilla- viene a abrir de par en par las ventanas para hacer entrar una bocanada de aire limpio en medio de tanta palabra sin sentido y que no comunica nada.
Especialmente me gusta este poema dedicado a S. Juan de la Cruz:

Fueron uno el mirar
y lo mirado,
mismo lo que hallé
que cuanto ansiaba.

Y nada atrás quedaba...
mas cuando fue buscado
fuera Uno con aquello
lo encontrado.