Columpio de sueños
dulcemente de aire,
de persistente quietud
que nace con el día.
Con demasiadas sombras
y demasiados fríos,
nace la primavera
de los pétalos húmedos.
Sobre el almendro
canta, triste, el invierno.
La mañana es cristal,
pleno de luz el día.
Sus frutos fugitivos
como perlas o soles
cubren como nubes
la arboleda del valle.
Se alzan luminosos
de primavera altiva
y bajan a los espejos
del río y sus orillas
Y suben luego al cielo
como mensajes blancos
de blancas mariposas
en los brazos del viento.
1 comentario:
Un maravilloso canto a esta primavera... tan desigual.
Siempre un placer leerte.
Un abrazo.
S.
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